Diarios en «Drácula» de Bram Stoker


Rosa Patricia Quintero Barrera

mirabile dictu

“Drácula” de Bram Stoker (1897) es la historia de unas pocas personas que se enteran del peligro que se viene para la humanidad debido a que el Conde Drácula ha llegado a Inglaterra, con la intención de establecerse en esas tierras, alimentarse de los vivos y convertir en no muertos a quienes se le antoje. Es una obra muy generosa en descripciones de lugares, personas y situaciones; al mejor método etnográfico que consiste en observar y registrar con juicio y detenimiento. Es una maravillosa obra epistolar que deja entender la trama a través de anotaciones en diarios, noticias de periódicos locales, telegramas, cartas, diarios de navegación, memorándums.

“Drácula” narra la amistad, el amor, la lealtad, los miedos, las supersticiones, el ansía de cumplir la misión de salvar al mundo de Nosferatu por parte de los amigos que se cargan sobre sí el enorme drama de encarar al malvado Conde de Transilvania. Nos muestra las habilidades etnográficas y de escritura, especialmente de Wilhelmina Murray, Jonathan Harker y Jhon Seward. Por ello, en este texto me centro en los diarios y en cómo sus minuciosos registros les permiten cumplir su cometido. A manera metodológica, parto de una síntesis del papel de los personajes que intervienen en la obra de Stoker.

El Conde Drácula es el rey de los no muertos, quiere instalarse en Inglaterra y contrata a una firma de abogados para que agilicen los trámites debidos. Acude Jonatan Harker para legalizar los procedimientos necesarios. Toma prisionero al joven abogado porque estaba muy interesado en aprender a hablar el inglés sin acento extranjero y para esto le resultaba imprescindible la visita de Harker. Hasta el momento conocía a su futuro país por los libros:

“Estos amigos -y pasó la mano por varios de sus libros- han sido buenos compañeros míos, y durante varios años, desde que tuve la idea de ir a Londres, me han proporcionado muchas, muchas horas placenteras. Gracias a ellos he llegado a conocer vuestra gran Inglaterra, y conocerla es amarla” (Stoker, 2012, p. 51).

Organiza con toda minucia su viaje por mar en un extraño barco que debe transportar cincuenta cajones con tierra de su castillo. Es el rey de los vampiros, actúa de noche, y debe descansar en alguno de esos cajones. Su principal enemigo es el profesor Van Helsing, ya que él logra encadenar todas las pistas que van surgiendo a medida en que avanza el libro -desde luego- con la ayuda de sus amigos y colegas. Al por fin llegar a su destino, genera graves disturbios en la población. Al sentirse descubierto por Van Helsing y su equipo, decide regresar a Transilvania. Después de la larga persecución, fue convertido en polvo por Morris y Harker, aunque al primero le costó la vida.

De Jonathan Harker, ya sabemos, que es el joven abogado encargado de concretar los trámites legales de venta de la nueva propiedad del Conde Drácula en Inglaterra, para lograr su tarea emprende un viaje hacia Transilvania. Le escribe a su prometida Mina sobre los lugares inhóspitos que va conociendo en su recorrido, las formas de transporte, las personas, sus prácticas rituales y alimenticias. Llegó al Castillo del Conde el día de San Jorge en que todos los seres malignos del mundo andarán libremente por ahí. Terminó siendo prisionero del Conde:

— Como tengo que hacer algo para no volverme loco, escribo este diario (…). Tengo que seguir escribiendo pase lo que pase, pues no me atrevo a dejarlo y pensar. Todo, pequeño y grande, debe ir aquí; quizás al final sean las cosas pequeñas las que puedan enseñarnos.
Escribo todas estas cosas en el diario ya que mi esposa no debe ahora oírlas, pero si ocurre que ella puede leerlas algún día, las tendré preparadas.

Después de mucho sufrimiento Harker logró escapar del Castillo; o sea, que él, de primera mano y desde el inicio de la historia conoció las verdaderas intenciones de Drácula, y gracias a su minucioso registro en los diarios, sus amigos pudieron conocer de cerca el peligro que se venía y las rutas de transporte.

La Mujer nueva satirizada como Donna Quixote, 1894

Wilhelmina Murray es una hábil mecanógrafa y taquígrafa, que le permite escribir tan rápido como se habla. Ella se esmera en realizar estas actividades muy bien, ya que tiene en mente ayudarle a su futuro esposo en su profesión de abogado. Es la mejor amiga de Lucy, las dos intercambian varias cartas. Mina siempre estuvo al tanto de los avances tecnológicos del momento, se impresionó cuando conoció el fonógrafo que utilizaba el doctor Seward para sus registros clínicos y aún más cuando tuvo ocasión de utilizarlo:
— ¡Pero esto deja atrás incluso la taquigrafía! ¿Puedo oír algo de lo que dice?, le dice Mina a Seward.
Esta es una máquina maravillosa, pero es verdaderamente cruel (…) he copiado las palabras con mi máquina de escribir, y nadie más necesita escuchar los latidos de su corazón como yo lo he hecho.
— Estoy muy agradecida al hombre que inventó la máquina de escribir del viajero. (…) me hubiera sentido totalmente perdida haciendo este trabajo si tuviese que escribir con una pluma; le dice a Morris cuando le consiguió esa máquina, en el viaje hacia el castillo del Conde.

Pese al contexto de las usanzas victorianas de la época, Mina gustaba de las formas que proponía la “Mujer Nueva” que significaba el rechazo a lo tradicional, e incentivaba la autonomía económica, la educación adecuada, la participación en los procesos políticos, el vestir ropas cómodas para las mujeres. Mina recibe el bautizo de sangre del Conde y cuando los síntomas comienzan a hacerse evidentes ella acepta ante sus amigos su condición de tener veneno en su sangre, de una posible y futura no muerta, si ellos no la salvan y Dios no se ocupa de ella.

Hace que sus amigos le juren que si llegase el fatal momento ellos le clavarían la estaca de madera en su corazón, la decapitarían y culminarían el resto del ritual; con el firme propósito de recuperar la libertad de su alma. Incluso les pide que le lean el Oficio de Difuntos.

La comunicación telepática que sostiene en contra de su voluntad con el Conde, no le impide aportar a la causa: trataré de ser útil en todos los sentidos, y pensaré y escribiré para ustedes como solía hacerlo. Así, ella escribe y analiza sin prejuicios –siguiendo el ejemplo de Van Helsing– todos los diarios y documentos; así como los mapas, rutas de trenes y sus horarios. Solo deja de escribir cuando ella y Van Helsing están próximos a llegar al Castillo del Conde y cada vez está más contaminada. En ese viaje el profesor encuentra una importante guía de ruta en el diario de Jonathan Harker. Cabe anotar que de Mina, Van Helsing pensaba que tenía el cerebro de un hombre y la dulzura de una mujer, la admiraba y quería profundamente. Mina es una mujer adelantada para su época, inteligente y perspicaz, no desfallece en ningún momento:

— Cuando esté contigo escribiré un diario de igual modo [se refiere al diario estenográfico]. No quiero decir una de esas agendas con dos páginas para cada semana y los domingos arrinconados en una esquina, sino un diario en que poder anotar todo lo que me parezca. Supongo que no será de mucho interés para otras personas, pero no lo escribiré para ellas. Podría mostrárselo algún día a Jonathan si hubiese en él algo que mereciese la pena compartir, pero en realidad será un cuaderno de ejercicios. Intentaré hacer lo que veo que hacen los periodistas: entrevistas, descripciones, y transcribir conversaciones. Me han dicho que con un poco de práctica es posible recordar todo lo que ocurre o lo que uno escucha durante el día; algunas de las reflexiones de Mina.

El Doctor Jhon Seward es el discípulo destacado de Van Helsing, a su solicitud resulta involucrado el eminente profesor en tal misteriosa empresa. Es un prestigioso y dedicado psiquiatra, dueño y director de un Hospital para lunáticos. Siente especial fascinación hacia uno de sus pacientes, el zoófago y psicótico Renfield, quien le genera una entremezcla de admiración, curiosidad y miedo. Renfield es un seguidor del Conde y parecería que logró enamorarse de Mina. Seward es de los principales narradores del libro, si no es el más generoso en descripciones, conversaciones y análisis. Prefiere registrar sus apreciaciones en el fonógrafo:

— ¡Cómo echo de menos mi fonógrafo! Escribir un diario con pluma me resulta fastidioso, pero Van Helsing dice que debo hacerlo. Debe usted convertirse en escriba y anotar todo, para cuando los otros regresen de su tarea pueda entregárselo a ellos; entonces sabrán lo que nosotros sabemos. Sus manuscritos fueron pasados a máquina por Mina.

Nunca tengan miedo de pensar, Van Helsing

— Recuerde, amigo mío, que el conocimiento es más fuerte que la memoria, y que no debemos confiar en el más débil (…). Por lo tanto, tome buena nota. Nada es demasiado pequeño. Le aconsejo que anote todo, incluso sus dudas y conjeturas. En el futuro puede ser de interés para usted saber qué de cierto hay en sus conjeturas. ¡Aprendemos de los fracasos, no de los éxitos! Le dice Van Helsing al doctor Seward

El profesor Abraham Van Helsing es doctor en medicina, en filosofía y en literatura. Su amplia erudición le genera debates continuos entre la ciencia y la superstición. Para él, no se trataba de una simple investigación, sino de una certeza: ya que buscaban confirmar lo que ya sabían. Le resultaba muy importante contar con la evidencia de los fenómenos que estaban indagando, lo que nos hace pensar en su continua aplicación del método científico:

— ¿No cree usted que hay cosas que no puede comprender y que, sin embargo, existen?, ¿Que algunas personas ven cosas que otras no pueden ver? Pero hay cosas viejas y nuevas que no deben ser contempladas por los ojos de los hombres, porque ellos saben, o creen que saben, algunas cosas que otros les han dicho. Ah, ese es el error de nuestra ciencia, que quiere explicarlo todo; y si no se explica, entonces dice que no hay nada que explicar.
— Y en la superstición debemos creer al principio; era la fe del hombre en los primeros tiempos, y todavía tiene sus raíces en la fe.
Doctor Van Helsing, ¿está usted loco?
Alzó la cabeza y me miró, y de alguna manera la ternura de su gesto me calmó de inmediato.
— ¡Ojalá lo estuviera! -dijo-. La locura es fácil de sobrellevar comparada con una verdad como esta, diálogo entre el Doctor Seward y el profesor Van Helsing.

Lucy Westenra es la amiga adinerada de Mina, prometida de lord Arthur Godalming. De ella resultan enamorados Seward y Morris, quienes respetan su preferencia hacia Arthur Godalming. Es tomada por el Conde en uno de sus habituales estados de sonambulismo. Dejó unas cuantas cartas y un diario recién empezado: Escribía un diario de vez en cuando (…) lo comenzó después de marcharse usted y lo hizo a imitación del suyo; le comentó Van Helsing a Mina, después de su tormentosa muerte.

Lucy padeció en demasía antes de convertirse en una no muerta. Sus amigos hicieron por ella todo lo que pudieron y más, incluso participaron en transfusiones de sangre. Alcanzó a convertirse en una bella dama fantasmal que bebía la sangre de los niños. Su caso fue la evidencia que necesitaba el profesor Van Helsing y su equipo para entender lo que realmente pasaba y fue la protagonista del extraño ritual de matar a la no muerta.

Arthur Holmwood y Quincey Morris son dos de los personajes que aportan esfuerzo y dinero a la empresa de salvar al mundo del fatídico Conde de Transilvania. El primero es el acaudalado prometido de Lucy, luchó consigo consigo mismo por entender la naturaleza de la enfermedad de su amada. Él fue quien le clavó la estaca en el corazón a Lucy. En cuanto a Quincey Morris, también se ocupó de tareas indispensables en la misión. Ambos eran hombres muy fuertes y hábiles cazadores. Morris y Harker asesinaron al Conde Drácula, aunque al primero le costó la vida.

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A manera de síntesis, resalto la importancia de los diarios, de su registro y del contraste de los datos recolectados entre los personajes de la obra. Cada uno anotó desde su propios sentimientos, pensamientos, vivencias y miedos. Jonathan Harker, Wilhelmina Murray, Jhon Seward, Abraham Van Helsing, Arthur Holmwood y Quincey Morris, se constituyeron en un grupo de estudio y de intervención con el objetivo: primero de salvar a Lucy, luego de evitar perder le control del mal que quería propagar el Conde Drácula y por último recuperar a Mina.

El hilo conductor de la narración va por cuenta de Seward, Mina y Harker. En sus diarios aparecen registrados diálogos, descripciones, reflexiones y tareas que cada uno debió realizar.

Stoker le confiere especial relevancia a Mina, es una mujer con grandes habilidades intelectuales, domina la mecanografía y la taquigrafía, en una época en que aquellos inventos eran novedosos y pocas personas contaban con destrezas destacadas en su uso; además de su juiciosa capacidad de observación y de su minuciosidad en las anotaciones.  Todo lo que aparece escrito en la obra de Stoker fue recopilado y organizado cronológicamente por Mina y Harker. Así encontraron fechas, nombres y lugares; ellos fueron sumando las pistas necesarias para encontrar los escondites y emprender la mejor estrategia de capturar y matar al no muerto Drácula. Aunque el profesor Van Helsing decía que no se trataba de una investigación porque ellos iban a encontrar certezas, su guía y fortaleza resultaron decisivas en el éxito de la misión que era librar al mundo de las acciones del rey de los Vampiros. A Van Helsing le correspondió liderar todo el proceso, ya que contaba con el conocimiento, la valentía y el respeto de sus compañeros. Él y su discípulo destacado, el doctor Seward estudiaban la mente humana, tan inhóspita y abyecta como misteriosa; por eso se sentían tan atraídos hacia el paciente Renfield que comía moscas y arañas, y que también se enamoró de Mina.

El aspecto económico también es destacable, Arthur Holmwood, Quincey Morris y Jhon Seward, eran hombres con prestigio profesional, aceptación social y solvencia económica. Agilizaron permisos, trámites y consecuciones de todo lo necesario, como armas, caballos y carruajes; sin olvidar uno que otro soborno que debieron realizar.

Es una historia que debate continuamente entre lo sano y lo enfermo, lo puro y lo contaminado, la virtud y la maldad, lo sagrado y lo profano, la ciencia y la superstición. Finalmente todo lo que besa Drácula pierde las características socialmente aceptadas como buenas, y pasa a la categoría de lo repudiable. El mismo Arthur sintió desprecio de su antes amada Lucy al verla en su innegable condición de novia de Drácula. El caso de Mina fue distinto, pese a que ella bebió de la sangre del Conde, que cada vez era más suya; logró sobreponerse y vencerlo. Ella misma le dio instrucciones a sus amigos, era consciente de sus cambios en cuanto a su naturaleza humana y de la inmanencia de perder la libertad de su alma.

Esta obra de Stoker ha inspirado un sinfín de libros, cómics y películas; forma parte del imaginario de lo simbólico, de lo gótico de la humanidad. Muestra el afán de la inmortalidad y de alimentarse de la vida, de la sangre de otros humanos; con los riesgos a ingresar en insondables  dimensiones entre la vida y la muerte, la resurrección de los muertos y la inmortalidad que ofrece Drácula a sus amantes. Es una obra que vale la pena leer y dejarse llevar por el surrealismo de otras épocas, de otras existencias y sensualidades a partir de las sugestivas anotaciones en los diarios de Mina, Seward y Harker.


Bibliografia

Stoker, Bram. [1897]. Drácula Anotado. Leslie S. Klinger (2012). Madrid: Akal.


Entradas asociadas a los Diarios de campo:

Diario de campo: Primera parte

Diario de campo y artesanía del análisis de datos: Segunda Parte

5 comentarios en “Diarios en «Drácula» de Bram Stoker

  1. Me gustó mucho la reseña. Solo he visto la película de Coppola, que a mi juicio es buena, pero se pierde ese juego de los diarios. Vale la pena leer el libro. Gracias!

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