Comportamiento social y Coronavirus

Algemiro Vergara Chinchía

En el artículo de Felipe Andrés López dedicado al miedo en el escenario del coronavirus, al autor le llama la atención que la gente se haya dedicado a comprar pacas y pacas de papel higiénico. El argumento explicativo, para él, “es muy sencillo, en un país donde no se lee, donde la lectura crítica es poca y lo único que ojeamos son las cadenas de WhatsApp que llegan por minuto, las noticias de Facebook (López, 2020).

A mí también me llamó la atención tal comportamiento pero, a diferencia de López no me parece tan sencillo, ni tampoco sea porque en Colombia no se lea, porque la compra masiva y compulsiva de pacas de papel higiénico ha sido un fenómeno repetitivo en contextos diferentes al nuestro, tal como lo muestran noticias en Reino Unido, Australia, Estados Unidos, Alemania, China, por sólo mencionar algunos. Además, las personas que hacen estas compras en supermercados tienen un relativo poder adquisitivo, con formación profesional.

La psicología y la antropología se han dedicado a tratar de explicar estos fenómenos irracionales, que suelen ser más visibles en tiempos de convulsión social, como la que estamos atravesando por causa del coronavirus. En efecto, como analiza Taylor, una de las primeras respuestas psicológicas a la epidemia es la de garantizar la supervivencia, por lo que la racionalidad no es lo que prima, sino que domina la ansiedad, a través de un fenómeno conocido en inglés como FOMO (fear of missing out, miedo a perderse de algo), es decir, el temor a quedar sin víveres (Taylor, 2019). El papel higiénico ocupa un espacio grande en las góndolas de los supermercados. Si varias personas toman una paca, se nota que se está vaciando (simple error perceptual), lo que activa el FOMO y la ansiedad por comprar lo que aparentemente se está agotando.

Pero, como el consumo es un comportamiento social, entra otro fenómeno en juego, llamado por el antropólogo René Girard, “efecto mimético”, que no es más que la imitación, en donde una persona imita el deseo del otro. Una persona compra papel higiénico, otra la imita. Cuando hay varias haciendo lo mismo, alimentado por el FOMO, la primera persona que había adquirido sólo una paca, se devuelve ahora y mete dos o más en su carrito de compra, desencadenando una crisis mimética (Girard, 1985).

Y, justamente este efecto mimético conlleva la explicación del porqué atacan a piedras la casa de una presunta contagiada de Covid-19, en Neiva, como también señaló López en su artículo. En la antigüedad, nos recuerda Girard, la peste se trataba con un phármakos, palabra griega que significa tanto remedio, como veneno, y de donde deriva nuestro término médico, fármaco. Pero, el phármakos no era una sustancia, sino una persona, a la que se atribuía la causa del mal. Por tal motivo, era conducido al centro de la plaza, en donde era lapidado hasta la muerte. Ejemplo de este linchamiento colectivo, con muerte a pedradas, aparece en los Milagros de Apolonio de Tiana (Girard, 2002).

Ante la amenaza al orden social que nos trae la epidemia, buscamos la causa del mal afuera, lo exteriorizamos, y atacamos al diferente, en un proceso victimal, con el que nos sentimos seguros. Eso explica el fenómeno de cohesión social que trae el miedo pidiendo al presidente que cerrara las fronteras, porque los venezolanos nos iban a traer el mal del coronavirus, como nos habían traído otros males infecciosos y sociales. El miedo se exterioriza en forma de xenofobia hacia venezolanos y chinos (los originarios del mal). Todo el que se contagia, de cierta manera, ha estado en contacto con esos que tememos o despreciamos y ya forma parte de “los otros”, no de “nosotros”, de los buenos, de los que somos más.

Y, todo lo escrito anteriormente no es más que descripción de la condición humana. Esto es una muestra de nuestros comportamientos sociales. Pero, no todo se reduce a compulsiones y comportamientos irracionales e inconscientes. En cualquier situación que nos pone a prueba, sale lo peor, pero también lo mejor de la condición humana. Como nos recuerda Viktor Frankl, y sus palabras siguen siendo pertinentes:

“En los campos de concentración, por ejemplo, en aquel laboratorio vivo, en aquel banco de pruebas, observábamos y éramos testigos de que algunos de nuestros camaradas actuaban como cerdos mientras que otros se comportaban como santos. El hombre tiene dentro de sí ambas potencias; de sus decisiones y no de sus condiciones depende cuál de ellas se manifieste.

Nuestra generación es realista, pues hemos llegado a saber lo que realmente es el hombre. Después de todo, el hombre es ese ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas cámaras con la cabeza erguida y el Padrenuestro o el Shema Yisrael en sus labios”. (Frankl, 1991:132-133) (Frankl, 1979, págs. 132-133)


Referencias

Frankl, V. (1979). El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder.

Girard, R. (1985). La violencia y lo sagrado. Barcelona: Anagrama.

Girard, R. (2002). Veo a Satán caer como el relámpago. Madrid: Anagrama.

López, F. A. (19 de Marzo de 2020). Etnicográfica: blog de Antropología simbólica y literaria de Patricia Quintero. Recuperado el 2 de Abril de 2020, de https://etnicografica.wordpress.com/2020/03/19/miedo-simpsons-y-coronavirus/

Taylor, S. (2019). The psychology of pandemics: preparing for the Next global outbreak of infectious disease. Newcastle: Cambridge Scholars Publishing.

 

 

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